Existe un concepto en la intrascendencia intrínseca de determinadas actividades. Muchos ejemplos de esto los encontramos en el deporte. Por ejemplo correr, jugar al fútbol, surfear una ola: que sentido tiene desde un punto de vista mecánico, el avanzar, o el patear un balón de cuero? Absolutamente ninguno. Si abstraemos esa actividad física de sus posibles influencias positivas sobre las demás realidades de la vida, encontramos en que carece de significado.
Por ello es importante observar holísticamente cuales son los beneficios de las transformaciones internas que se generan en nuestro cuerpo, de nuestra interacción con los demás y la naturaleza, como provocan un entorno de socialización y empatía, traspasando esas sensaciones luego a todos los demás factores en nuestra vida y por lo tanto contagiando a la sociedad en su conjunto.